Al salir de la zona de confort, empiezan a pasar cosas que quizás no tenías en mente… situaciones disruptivas, a veces incómodas y fuera de lugar, pero necesarias para atravesar el desierto y llegar a ese objetivo.
Quien dijo que el cambio fuera fácil. La sed de explorarse o de alcanzar un sueño implica salirse del tiesto. Desmoldarse no es cómodo, porque las formas de antes se empiezas a desfigurar y generan controversia y es entonces, cuando sólo la confianza , el tesón y la paciencia, son los ingredientes que hacen que se consiga y que todo vuelva a tomar una nueva identidad.
Hay mucho escrito sobre “Salir de la zona de confort” y más aún cuando el crecimiento personal esta tan presente en las mesas de noche de la gente. Normal, abocados a ser versátiles y encontrar el verdadero sentido de tu paso por el mundo, más vale tenerlo claro. Ya lo dice antes de entrar en el Oráculo de Delfos : “Conócete a ti mismo” antes de hacer cualquier pregunta.
“Come, reza, ama” es una película que lo relata de una manera amable y su BSO es deliciosa, “Into the Wild” o “Wild” son más aventureras y crudas, pero maravillosas. La última que vi es DOLEMITE, y me encanta como el protagonista arroja destreza e ingenio para reinventarse constantemente.
En esta línea, en mi mesa de noche últimamente, han destacado: Mario Alonso Puig y su maravilloso libro “REINVENTARSE”. Asi como ADAM KURST. con su mini libro: “Las cosas son lo que tú quieres que sean”. Y siempre, un clásico: un cuaderno donde apunto lo que siento, y que luego destilo en canciones.
Esta canción está marcada por este periodo de confinamiento por el coronavirus, en el que nos ha obligado a quedarnos en casa sin salir, pero, de alguna manera, nos obliga a salir de nuestra zona de confort. Paradójico.
Recomiendo esta canción a todos aquell@s que están mirando al cielo buscando su estrella fugaz *::::::::::::, que no saben bien que quieren, pero sí lo que NO quieren. Buscar es sano, cambiar es bueno y viceversa. Descubrir nuestros talentos, sea cuando sea, se me antoja esencial. Hacer brillar nuestro máximo potencial es fundamental para sentir el pellizco de la vida. Así que cuando alguien te mire raro mientras danzas esa canción que tanto te motiva, dile con la mirada: Disculpa, pero es que estoy saliendo de mi zona de confort. 😉